4 may 2009

More than words - Extreme (subtitulado)



Te quiero. Es curiosa la importancia que le damos al escuchar estas dos palabras. Cuando estamos enamorados de la persona de cuya boca brotan estas palabras, sentimos un pequeño torrente de emociones instantáneas que nos alejan de las penas durante un momento, nos hacen sonreír y sentir una dicha que otras cosas no son capaces de acercarnos.

Pero, siempre hay un pero... ¿Qué hay de ese acto, ese movimiento, esa caricia, esa mirada que nos dice esto y mucho más? Tendemos a necesitar las palabras, no los actos, no esos hechos. Dos palabras son muy fáciles de decir. Recordar que, con un mínimo esfuerzo y sin romper nuestras tareas, podemos entregarle a quien amamos ese detalle que sabemos que le gustará, ese objeto que necesita y no encuentra... ¿Acaso no debiera esto ser incluso más intenso que un "te quiero"? 
No es un simple impulso, no es algo con lo que se pueda engañar o mentir a alguien, o que se diga por el típico/tópico "así está feliz". No, es un acto, un hecho, que no es sólo lo que se ve a primera vista. Incluye el pensar anteriormente, una parte de esfuerzo, se ha dedicado un tiempo. Ha sido un hecho realizado por una persona para otra. 

No es necesario el gastar un dinero, ni mucho menos. Aparecer por sorpresa en su trabajo, en su lugar de estudios. Una escapada fortuita a cualquier sitio donde os encontréis cómodos, ese lugar donde compartís tantos buenos momentos. Preparar una cena con los platos que sabemos que le gustan a quien amamos.

Este tipo de detalles, estos actos, dicen mucho más que un "te quiero". No tienen porque desaparecer estas dos palabras, pero quizá sí cobrar una mayor importancia esos "te quiero" que no se dicen, los que se ven.

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