Qué recuerdos, qué momentos... ¿Lo recordáis? Sí, ese momento, con esa persona. Ese instante que no debía acabar nunca y siempre quisistéis repetir, pero que fuese exactamente igual. Sin embargo;
Bajo la luz de la luna,
me dijiste adiós.
Con lágrimas en la cara,
me rompiste el corazón.
Casi todo lo que empieza, acaba. Mil motivos pueden provocar ese final. Realmente, en el fondo, no importan esos motivos. Antes o después, vuelan de nuestros corazones, de nuestras mentes. Finalmente, salvo en casos de personas rencorosas y que no aceptan haber perdido a su pareja, personas que no aceptan que en su vida sucedan cosas que ellos no quieren, sucede que...
Y yo se que nunca olvidaré,
que bajo la luz de la luna, yo te amé.
Recordamos, sonreímos al recordar. Sonreímos porque el rencor, además de ser una estupidez, es una suerte de sentimiendo que no sirve de nada. Bueno, quizá sí sirva de algo, para amargarnos la vida y seguir dándole vueltas a "que mala persona es, con todo lo que yo he hecho" y demás sandeces.
Pero dejemos de lado esa parte negativa. No hay motivo para renegar de esos momentos que tanto nos hicieron sentir. No hay razón para ello. Siempre que no nos dañen, que no los recordemos con tristeza, por "aquello que perdí". Son recuerdos que nos han formado como personas, que compartimos con una persona que significó mucho en nuestra vida y siempre será parte de ella. Independientemente de como fuese el final de esa historia, es indefectiblemente, parte de nuestras vidas.
Tampoco hay motivo para enterrar esos recuerdos. Ni para forzarnos a olvidarlos. ¿Porqué ha de ser negativo mirar hacia atrás?
En vuestro caso, ¿Preferís no mirar atrás? ¿Preferís enterrar esos recuerdos o, más bien, tenerlos como una parte de vuestra vida digna de recordar?
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