Nos dicen, o lo leemos, en muchas ocasiones, que para ser feliz en pareja, para que dos personas estén juntas de un modo sano y equilibrado, hay que hacer las cosas así y "asá". Relaciones, como dice esta canción, hay de muchos tipos. Cuando ésta fue escrita, que dos mujeres fuesen pareja, era poco más que pecaminoso, una afrenta a los valores y toda esa sarta de idioteces. Hoy en día es totalmente normal, no sorprende ni despierta curiosidad.
Pero hay otro tipo de parejas que se ve como "disfuncional". Hoy. Mañana veremos como se les llama.
En todo caso, no podemos generalizar a la hora de decir como ha de ser una pareja con éxito. Existen personas que se sienten más cómodas conviviendo con su pareja, otras compartiendo, por ejemplo, los fines de semana y llamándose a diario, otras se ven a diario y usan también el teléfono para sentirse cerca, otra no necesitan verse tan a menudo... El equilibrio para cada una de esas personas, está en encontrar a alguien que tenga las mismas necesidades propias.
Particularmente, hoy en día no podría estar viendo a diario a mi pareja. Sería demasiado. Más bien al contrario, cada uno con su vida y cuando podamos coincidir y nos apetezca, nos vemos. Sin normas, sin reglas ni citas preestablecidas. Necesito un amplio espacio para mi, aunque tampoco soy el mejor ejemplo a seguir a la hora de mantener una relación. Como lo pueden necesitar muchas más personas y para tener pareja, ¿Qué mejor que estar con alguien que vive en la misma situación?
Si me gustase convivir, no podría estar con alguien que requiere de su espacio. Tendría que estar con alguien que buscase en una pareja esto mismo.
No podemos poner unos límites y esquemas a lo que es una pareja ideal. Esa pareja ideal, si tiene una definición, ésta sería algo como "busca la pieza del puzzle que encaja contigo".
Por más que queramos esforzarnos en mantener un equilibrio en todo, por más que queramos seguir esas ciertas "pautas", si una de las partes de la pareja no encaja ahí, la relación no puede fructiferar. Antes o después empezarán los roces y o bien se rompe la pareja con el tiempo, o bien una de las partes empieza a ceder a los deseos de la otra, finiquitando así su propia vida y su modo de ser.
Dos personas que sean muy dependientes, pueden perfectamente mantener una relación que se prolongue, o no, en el tiempo, pero mientras esa dependencia no sea más pesada que el amor que se profesen...