Cuando haces el amor,
¿Miras en el espejo?
¿En quien piensas?
¿Él se parece a mi?
¿Dices mentiras?
¿Y dices que es para siempre?
.....
¿Eres salvaje y deseosa...
...O es sólo por aparentar?
Que curioso llega a ser el rencor que incluso hace que se llegue a creer que dejarse llevar por él, servirá de algo. Aunque, bueno, ni el rencor "es", ni el rencor "hace", sino que es quien lo siente que le da vida, lo alimenta y lo hace crecer.
¿Vas a recuperar a tu pareja por decirte a ti mismo estas palabras o decírselo en persona? Seamos serios. No. ¿Ganarás algo por repetir en tu mente una y otra vez esas balas de odio que no tienen sentido ni razón de ser? Por supuesto que tampoco.
Hay de quien piensa que así se desahoga, cuando, lo que en realidad está haciendo, es regodearse en su propio dolor, como si se hubiese clavado una espina y, en vez de quitársela, la removiese para causarse más dolor. Finalmente, el dolor desaparece, se acostumbran a él y la piel recubre esa fuente de dolor del pasado. Y creen que ya está bien, se han recuperado y no les volverá a pasar. Perfecto. Pero la espina sigue ahí, oculta, pero sigue en su piel y antes o después se golpearán, fortuitamente o no, en el lugar donde tienen esa espina... Y volverá el dolor. No parece muy inteligente esa postura, ¿verdad?
¿No es acaso más sencillo liberarse de ese dolor dejando atrás el rencor? Sí, sin rencor. Ya pasó, ya forma parte de algo que no volverá. Sería maravilloso, perfecto, sí, pero si se quiere, se viven experiencias tan maravillosas (por lo general más maravillosas si cabe) como las pasadas. ¿No merece la pena, al menos, enfocarlo de este modo?
0 comentarios:
Publicar un comentario