"Joven para siempre, quiero ser joven para siempre"
Suena a aquello de "vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver". ¿Tan poco debemos apreciar nuestras vidas?
Ser siempre joven, suena tentador, por supuesto. Cada día aprendemos. Cada minuto de nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello, adquirimos más y más conocimientos. Para ello debemos envejecer durante cada uno de los segundos de nuestra vida, cada porción infinitesimal de ese segundo envejecemos.
No descubrimos nada nuevo diciendo que nacemos, crecemos y morimos. Somos volátiles. Quizá descubramos algo al escuchar a alguien decirnos "me gustaría estar siempre así". ¿Acaso no quieres conocer aquello que lograrás, aprenderás y vivirás en el futuro?
Disfrutaste de tu infancia, disfrutaste tu adolescencia, de tu etapa adulta y de la vejez. En cada una de esas etapas aprendes, no dejas de hacerlo. Y es maravilloso.
No debe ser muy estimulante una vida en la que todo es igual que ese día en el que se decide que "todo sea siempre igual". Imaginad una vida así. Aburrida, plana. Imaginad una vida en la que cada día adquirís nuevos conocimientos, crecéis como personas. Podéis plantar la semilla cuando queráis, esa semilla que es vuestra nueva vida. Podéis ver como germina, como crece, florece. Ahora bien, esto no lo hará por pura inercia. Será necesario regarla, darle alimento a esa vida. Para crecer, para evolucionar.
Y tú, ¿quieres vivir una vida estancada o prefieres crearla día a día con todo aquello que vaya sucediendo en ella?
Suena a aquello de "vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver". ¿Tan poco debemos apreciar nuestras vidas?
Ser siempre joven, suena tentador, por supuesto. Cada día aprendemos. Cada minuto de nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello, adquirimos más y más conocimientos. Para ello debemos envejecer durante cada uno de los segundos de nuestra vida, cada porción infinitesimal de ese segundo envejecemos.
No descubrimos nada nuevo diciendo que nacemos, crecemos y morimos. Somos volátiles. Quizá descubramos algo al escuchar a alguien decirnos "me gustaría estar siempre así". ¿Acaso no quieres conocer aquello que lograrás, aprenderás y vivirás en el futuro?
Disfrutaste de tu infancia, disfrutaste tu adolescencia, de tu etapa adulta y de la vejez. En cada una de esas etapas aprendes, no dejas de hacerlo. Y es maravilloso.
No debe ser muy estimulante una vida en la que todo es igual que ese día en el que se decide que "todo sea siempre igual". Imaginad una vida así. Aburrida, plana. Imaginad una vida en la que cada día adquirís nuevos conocimientos, crecéis como personas. Podéis plantar la semilla cuando queráis, esa semilla que es vuestra nueva vida. Podéis ver como germina, como crece, florece. Ahora bien, esto no lo hará por pura inercia. Será necesario regarla, darle alimento a esa vida. Para crecer, para evolucionar.
Y tú, ¿quieres vivir una vida estancada o prefieres crearla día a día con todo aquello que vaya sucediendo en ella?
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